jueves, 28 de marzo de 2013

Resolución de casos prácticos




ESTUDIO DE CASO

Colegio “Los Patitos de Colores”
Maestra: Luisa
Menores: Luis y Manuel

Luisa, la tutora de infantil, es una persona muy convencida de los valores que deben caracterizar las relaciones entre las personas, por lo que es muy celosa de la libertad, tanto propia como la de sus alumnos.Al respecto, continuamente hace referencia a ella como un elemento que debe imperar en el grupo y en sus relaciones.

Precisamente, en la clase de hoy, ha hecho hincapié en el tema, debido al conflicto que ha surgido entre Luis, un ecuatoriano que ha llegado recientemente al Centro, y Manuel, que además de ser un chico muy desarrollado, bastante para su edad, ejerce una cierta autoridad sobre el grupo. Ambos tuvieron más que palabras en el recreo, y acabaron pasando a las manos, así que Luisa ha decidido intervenir sobre el problema, y hacerlo de modo que su actuación resulte ejemplar ante el grupo. Al entrar en clase, llama a los dos niños implicados en la pelea para que delante de todos expliquen qué ha pasado. 

En todo momento ambos niños son interrumpidos por otros niños del grupo, que dan su opinión sobre los hechos, de forma un tanto interesada, pues apoyan las explicaciones de Manuel y critican con dureza lo que ha hecho Luis. La profesora insiste una y otra vez, en lo importante que es que cada uno pueda expresarse con libertad, para que la verdad aflore. No obstante, comprueba cómo progresivamente, en lugar de evidenciarse la verdad de los hechos, éstos parecen enmascararse y complicarse de forma que a los diez minutos ni se sabe lo que ha pasado ni el por qué, pero sí tiene claro la aversión que algunos de los niños, evidencian por el recién llegado. Así que decide resolver la situación imponiendo un castigo a los dos pequeños que se pelearon, y solicitándoles que ambos contribuyan a mejorar la convivencia en el grupo. De este modo, se da por zanjada la cuestión.



Reflexión del caso:

Como hemos podido apreciar a partir de la lectura, el clima de clase no es demasiado bueno. Por lo que se nos da a entender, esta situación podría venir derivada por los prejuicios existentes en la mayoría de los compañeros respecto a Luis, un chico procedente de Ecuador.

Por lo que originalmente, el conflicto parece venir derivado del racismo imperante en el aula.

Otro tema a tratar, es la autoridad que ejerce Manuel sobre sus compañeros, que le respaldan, apoyan y dan la cara por el ante la profesora. Que Manuel sea un chico grande y corpulento también puede ser un indicador de miedo por parte de los compañeros, (tanto de marginación y rechazo, como de recibir agresiones físicas o verbales...)

Por tanto, estamos ante un caso de violencia grupal dirigida principalmente hacia el chico extranjero. 

En clase, por lo que sabemos, la profesora no realiza ningún tipo de acercamiento cultural o pone en marcha actividades para ayudar a Luis a integrarse con sus compañeros. Esto, puede ser, en parte, el detonante que lleva a los compañeros a pasar de una situación de racismo (o simple rechazo al tratarse del "nuevo) a una de violencia.

Además, todo este conflicto se ve envuelto en un entramado en el que todos los alumnos participan dando su opinión y contando la versión de los hechos según su perspectiva. Finalmente, la confusión originada en el aula es tal, que la profesora opta por castigar tanto a Luis como a Manuel, concluyendo de esta forma el problema.

¿Qué alternativa realizarías?

En primer lugar, me parece importante la función del docente respecto a la integración de sus alumnos, sobretodo cuando, como en este caso, se trata de un alumno que llega a clase procediendo de un país distinto y en un momento de integración tardía.

Por lo tanto creo que sería muy beneficioso realizar alguna actividad en la que Luís, (junto a otros compañeros inmigrantes), den a conocer su cultura, costumbres, etc.

Sin embargo, podríamos llevar a cabo medidas menos imperturbables, como por ejemplo mandar pequeñas redacciones, en las que por parejas, los alumnos tengan que definirse (lo que requerirá que pasen algún tiempo juntos y se conozcan), rotar los asientos por parejas, aprovechando las clases más dinámicas para que se conozcan entre todos, etc.

En el caso de que estas medidas no hubieran surgido efecto y la pelea se hubiese producido de igual forma, en primer lugar, hubiera reunido a los alumnos implicados de forma individual. 

Esto, contribuiría en gran medida a que ambos puedan explicarse sin interrupciones y sin la expectación de un público que no da margen para la libertad y el razonamiento. 

Tras escuchar y hacer un estudio de lo observado, se tomarían medidas para evitar que esta situación se reproduzca. Por ejemplo, en el caso de que el conflicto se reprodujera, avisando a los padres y contandoles lo explicado; asignandoles el resto de las tareas grupales en conjunto, la realización de exposiciones por parejas (en las que ambos participantes del problema tendrían que desarrollar juntos, etc.)

  Síntesis final:
¿Cuál es el verdadero problema que existe en el grupo-clase?
- Mentalidad xenófoba
- Grupo motivado por la exclusión y la violencia.

El valor de la libertad de expresión ha sido puesto en evidencia en el grupo. No obstante, ¿crees que ha sido correctamente planteado por la profesora? ¿Cómo piensas que debiera haberse abordado la cuestión?

-En nuestra opinión la profesora no ha obrado bien en diferentes cuestiones:
a) No hace nada por integrar al alumno nuevo.
b) No reune individualmente a los implicados.
c) Opta por una medida final demasiado radical que no tiene la capacidad de resolver el conflicto.





ESTUDIO DE CASO

Colegio “Miraflores”
Maestra: Ana María
Menor: Almudena

Almudena es una niña de cinco años de etnia gitana. Ha llegado este curso al cole concertado, donde su tutora, Ana María, ha sabido integrarla adecuadamente con el grupo de niños, que ya se conocían desde los tres años.

Ana María está ciertamente preocupada, pues aunque la integración piensa que ha sido buena, Almudena muestra gran dificultad para expresarse y relacionarse, y aunque aparentemente no tiene problemas fonológicos, el número de palabras que utiliza para su edad, es bajísimo. Además, cuando su profesora le plantea tareas para hacer, aun siendo capaz de ello, no quiere. Prefiere que se lo den todo hecho.

Ana María ha hablado con la madre y le aclara que el entorno familiar es muy positivo, pero el entorno social donde vive no es precisamente tranquilo, pues hay peleas, la policía está constantemente en su barrio y la niña tiene miedo y desconfianza por todo lo que le rodea. Ana María le comenta a la madre que no sabe participar en los juegos, la relación con los compañeros se hace cada día más difícil y a veces llama la atención con actitudes fuera de tono, como ponerse a patalear el suelo, gritos esporádicos por nada, o incluso pegar a algún compañero que ve más indefenso. La propia madre asume que mima excesivamente a su hija y que seguramente la esté sobreprotegiendo.
Ante esta charla, Ana María aprovecha la ocasión para dar unas pautas de actuación a la madre, que ésta acepta muy bien, y espera que se produzca algún cambio en un futuro inmediato. 

Ana María está ciertamente preocupada por todo esto y también por su evolución académica en un momento clave su vida, pues el curso que viene, pasa a Educación Primaria con sus complicaciones y cambios de estructura respecto a Educación Infantil, lo cual, puede afectar gravemente a la evolución académica, personal y relacional de Almudena.

Reflexión personal:

Partiendo de la lectura del caso, observamos gran numero de problemas.
Por un lado, encontramos algunas dificultades que vienen provocadas por el contexto sociocultural de la pequeña Almudena:

Vive en un entorno demasiado conflictivo, en el que la presencia policial es frecuente (debido a las disputas y problemas vecinales).

Esto le provoca a la pequeña miedo y desconfianza prácticamente de todo lo que la rodea, y está empezando a degenerar en violencia (los niños reproducen lo que observan).

Por otro lado, observamos que el desarrollo cognitivo de la niña es bastante deficiente respecto al de sus compañeros, que también puede estar relacionado posiblemente con su contexto sociocultural, ya que este no es capaz de satisfacer las necesidades de desarrollo de Almudena y tampoco reproduce de manera idónea un entorno que la permita adquirir las competencias lingüísticas y sociales adaptadas a su edad.

En este caso, la sobreprotección materna tiene gran influencia, el vocabulario de Almudena es muy reducido, señala con el dedo el objeto que desea sin intentar ni siquiera expresarse. Su madre le da todo hecho, por lo que la autonomía de la niña es inexistente.

¿Qué medidas tomarías para solucionar este caso?

En nuestra opinión, las medidas llevadas a cabo por la profesora son en este caso beneficiosas, aunque no llegamos a saber si surgen efecto.

Además, estas, deben desarrollarse a corto plazo pero de manera efectiva, puesto que la Educación Infantil debe contribuir a la diagnosticación y solución de los conflictos de los alumnos de forma temprana y prematura para evitar que los daños que estos conflictos puedan ocasionar sean más graves.
  Actividad:
Teniendo en cuenta las características psicopedagógicas de la niña y su evolución, ¿cómo abordarías el problema de Almudena? 
- Ampliando su aprendizaje con apoyos y refuerzos.
- Mandando tareas sencillas que puedan ir contribuyendo a la aparición de su autonomía y de hábitos y responsabilidades nuevas.

¿Y sus problemas de actitud, adaptación e integración con el grupo? 
- Fomentando actividades participativas y cooperativas.
- Reforzando negativamente las conductas que no queremos que repita (que grite o agreda a sus compañeros).
 


¿Qué consejos e ideas darías a su madre para ayudaría en la educación de su hija, evitando futuros fracasos personales de integración social y académicos, respecto al nivel propio de su edad?
- Estableciendo unas bases en las que la madre pueda dar cierta libertad de autonomía a su hija.
- Dotando a la pequeña de un tiempo determinado (que sea constante) de estudio.
- Realizando actividades que motiven a la niña (empleando cosas que le gusten especialmente).
- Fomentando su participación en actividades complementarias y extraescolares para mejorar su socialización.









Estudio de Caso

Escuela Infantil “Las Hortensias”
Maestra: María de la Luz García
Menor: Juan de Benito

El primer día de clase y según iban llegando los niños, la maestra de infantil los fue recibiendo con una sonrisa y saludándolos por su nombre. Muchas de ellos habían ido al colegio algunos días durante el verano con sus padres, cuando el colegio organizó días de puertas abiertas, por lo que María de la Luz ya les conocía y recordaba sus nombres. Les animaba a que entraran al aula y cogieran algún juguete del cajón para jugar con sus compañeros mientras daba tiempo a que se incorporaran todos los demás niños.

Para Juan era su primer contacto con el colegio y al principio se mostró con cara de enfado pero entró al aula sin llorar.Una vez estando todos los niños en el aula, la maestra procedió a realizar un juego para ayudar a que se integraran y conocieran entre ellos: formando un círculo y cogiendo una pelota del cajón de los juguetes, la maestra empezó diciendo su nombre, soy María de la Luz, Mariluz para vosotros y les explicó el juego. 

El siguiente niño, al que le lanzara la pelota, tendría que decir el nombre de la maestra y el suyo propio. Después éste se la lanzaría a otro niño y éste último tendría que nombrar a la maestra, al niño que le había enviado la pelota y decir su propio nombre. Así sucesivamente hasta el final y tratando de recordar el nombre de todos.



Cuando uno de los niños le envió la pelota a Juan, este la dejó caer y no quiso participar en el juego. Mariluz no le dio mucha importancia e intentó que el juego no se resintiera, cogiendo la pelota repitiendo el nombre de todos los niños y pidiéndole a Juan que dijera el suyo en voz alta para que los demás lo escucharan. Juan no quiso decirlo y permaneció callado, por lo que Mariluz dijo el nombre de Juan en voz alta.

Terminado el juego comenzó Mariluz con su rutina pero no dejó de llamarle la atención el comportamiento de Juan por lo que pensó que debía de observarle.

Cuando cada niño estaba sentado en la mesa de trabajo correspondiente, observó que Juan no dejaba de tirar del pelo a una niña haciéndola llorar. Mariluz trató de distraer a Juan y con buenas palabras hacerle entender que eso no era un juego y que debía de respetar a la niña pues con su actitud la lastimaba. Juan pareció no escuchar lo que se le decía y se cambió de sitio poniéndose entre dos niños.

Cuando todos estaban manipulando la plastilina, Juan comenzó a destruir el trabajo de sus compañeros que tenía a su lado teniendo que intervenir Mariluz de nuevo. Intentó calmar a los niños y ayudarles a recomponer el trabajo que Juan había destruido mientras tanto Juan se iba a la mesa de contigua y le daba de patadas a otro de sus compañeros.

Cuando tocó el turno de descanso y salir al patio Mariluz se encontró con otras maestras a las que les contó lo que le estaba sucediendo. Cuando estaba charlando con ellas observó que Juan no jugaba con los demás niños pero de vez en cuando se acercaba a alguno de ellos, le tiraba del pelo y salía corriendo y se quedaba en un rincón.

Las compañeras de Mariluz le dijeron que no se preocupara demasiado, que podía ser que fuera un día malo para el niño, quizás lo habían regañando sus padres o no había dormido bien por los nervios del primer día de clase.

Al día siguiente Juan no dejaba de molestar a sus compañeros y cuando Mariluz se acercaba a él se mostraba huraño y no contestaba a sus preguntas. En el recreo seguía con la actitud del día anterior, era un niño que no socializaba y mostraba comportamientos violentos con sus compañeros.

Durante la primera semana Juan no experimentó ningún cambio. No obedecía a la maestra, hacía lo que quería y no dejaba de importunar a los demás. Mientras que en el resto de la clase ya se estaban formando grupos de amigos, Juan no congeniaba ni se relacionaba con nadie.

Reflexión personal:

En la lectura se pone de manifiesto las tendencias violentas y la predisposición a apartarse del grupo de Juan, un niño que cursa Educación Infantil.

El texto no nos da muchas pistas sobre el contexto del pequeño, por lo que nos da una idea de cierta normalidad en su núcleo social.

Sin embargo, el niño no parece estar desarrollando las competencias sociales de manera muy eficiente, sino todo lo contrario, a duras penas habla, tampoco participa y sólo se relaciona con sus compañeros y compañeras agrediéndoles.

En un principio, este comportamiento nos lleva a preguntarnos si se desarrolla de manera usual o simplemente está condicionado por el miedo a lo desconocido.





ACTIVIDAD

Desde el punto de vista de Mariluz ¿qué proceso debe seguir para hacer frente a esta situación que la está agobiando y que no le deja llevar a cabo la clase en condiciones normales?

- En primer lugar, establecer una reunión con los padres para comunicarles lo ocurrido y preguntarles sobre su comportamiento, es decir, recavar información para conseguir descrifrar el origen de estas conductas.

- A partir de un conocimiento más profundo del alumno, procederíamos a establecer unas medidas u otras dependiendo de
su origen. Por ejemplo, si el niño acaba de tener un  hermanito y esta es su manera de expresar los sentimientos de pelusa y envidia, podemos orientar a los padres para que el problema de aula se solucione desde el núcleo familiar.


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