lunes, 8 de abril de 2013


Proceso de sociabilización






 La socialización es un proceso de construcción en él que el individuo adopta las características y elementos de su entorno sociocultural asumiendo las condiciones sociales que se dan en dicho contexto e integrándolas a su personalidad para incorporarse a la sociedad de manera plena y favoreciendo su desarrollo integral como persona.

Este proceso es fundamental para que el hombre aprenda una serie de conductas deseadas, pues a diferencia de otros animales, estas conductas no se determinan mediante el instinto o la genética sino que se adquieren mediante la observación de la cultura de la sociedad en la que va a vivir.

Además durante este proceso se desarrolla una conciencia que permite diferenciar entre lo que es aceptable de lo inaceptable dentro del comportamiento individual de cada ser humano(es decir, lo que es positivo y negativo).

La socialización se puede clasificar en tres etapas: primaria, secundaria y terciaria; las cuales, se generan a partir de los agentes sociales: la familia, la escuela, el entorno y los medios de comunicación.


La socialización primaria es aquella por la que el individuo atraviesa en la niñez para convertirse en miembro de la sociedad (se aprende el lenguaje, se toma constancia de la identidad de clase y de género, etc.)
Esta etapa se da en los primeros años de vida y se remite al núcleo  Durante esta etapa, el infante adquiere las primeras capacidades intelectuales y sociales, que juega el papel más crucial en la constitución de su identidad.


Durante la socialización secundaria se induce al individuo, ya socializado, a nuevos sectores de un mundo objetivo de su sociedad; un mundo institucionalizado (que se basa en instituciones para organizar y ordenar la sociedad, como por ejemplo la familia). El individuo trasciende el mundo familiar y la carga afectiva es reemplazada por nuevas técnicas de aprendizaje que facilitan este, como las pedagógicas.
Las relaciones se establecen por jerarquía: la división social del trabajo y la distribución social del conocimiento son funcionales a esto.



Por último, la socialización terciaria es la que está relacionada con la transculturización y la integración en sociedades o sistemas de referencia distintos a los aprendidos con anterioridad, sobre todo durante la socialización primaria.
En esta etapa, los agentes que intervienen en el proceso de socialización son las ideologías, la religión y los medios de comunicación (que no son del todo parciales, pues reflejan una ideología concreta).

La socialización durante la etapa infantil

En el período de socialización infantil los métodos de crianza están orientados a desarrollar el modelo de edad adulta que caracteriza una cultura. Es decir, que se intenta preparar al niño para la que será su vida en el futuro, dándole las herramientas necesarias para su incorporación en la sociedad y que sea un miembro útil de la misma.

En la escuela, los pilares fundamentales de apoyo del niño están constituidos por la afectividad y la emocionalidad, por tanto, durante este período tan importante de la vida, debemos procurar evitarles la tensión emotiva y la inseguridad que puede provocar salir del núcleo familiar para conocer y explorar el mundo.



Por lo tanto, debemos garantizarles una base en la que se sientan cómodos y seguros y puedan conocer el entorno, permitiéndoles interaccionar entre ellos y mostrar su personalidad, en la que podemos observar una tendencia por buscar la compañía, la seguridad, la amistad y el amor de otros.

Es decir, debemos velar por el desarrollo de un clima escolar en el que nuestros alumnos se sientan motivados e integrados para poder implicarse en el entorno y comprometerse activamente con su proceso de enseñanza-aprendizaje.




Además, es muy frecuente que los niños/as desarrollen lazos o relaciones privilegiadas con las personas con las que se sienten más vinculados, mostrando sus preferencias, que suelen darse con personas que aportan seguridad y confianza al niño en su labor de explorar y conocer el mundo.

En este sentido, los vínculos afectivos son una necesidad que forma parte del proceso evolutivo de un niño; si esta no está satisfecha, el niño, el adolescente o el adulto sufrirá una carencia emocional.



Según la teoría evolucionista estos lazos de afecto e interacción, que se dan siempre con adultos, pueden ser una explicación en la adaptación y supervivencia de los niños/as, ya que de esta forma estarán maximizando sus opciones de aprendizaje y sus posibilidades de supervivencia.

Tras pasar la fase del proceso socializador en que, los lazos con la figura de apego se suavizan, podremos tomar interacciones con iguales, a través del juego y los diferentes roles como medios de expresión socio emocional. 







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